03 de marzo, Año:
5628
1600 horas
Hyperion, nave
insignia del Shicksaal
Colonias centrales
humanas.
Podía escuchar el
Sr. Otto presentaba a su creación más reciente frente a las facciones que había
convocado previamente, poco después una plataforma me levanto en medio de
tantas personas importantes, todos mirándome, podía ver quiénes eran todos y
cada una de las personas que estaban viéndome con tantas preguntas sin embargo no
decían nada. Un hombre con una cicatriz cerca del ojo me llamo androide, ¡¿Cómo
se atreve a llamarme androide?! Yo soy mucho mejor que eso, solo me limite a mirarlo
y aunque no estaba en mi campo visual centre mi atención en su dirección, esto
dejó a todos enmudecidos y quizá se asustaron un poco pero no podía permitir
que insultaran el mayor logro del Sr. Otto, sin embargo, no tenía algún arma u
orden que me permitiría poner a ese humano en su lugar. Hablaron de algunas
cosas y después fui retirado de la plataforma, por alguna razón no salió como
lo planeo el Sr. Otto así que fui devuelto a las barracas con las demás
Valkyrias.
Me dirigí a mi
zona designada, varias Valkyrias estaban juntas compartiendo información entre sí.
-Es más que
evidente que mostrar una unidad defectuosa no era la mejor opción-
Escuche toda la
información que compartían, no le toma importancia así que mire dentro de un compartimiento
en mi coraza, saque una placa de identificación con el número “A-1341”. Tenía
mucho tiempo que no miraba esa placa, me trae tantos recuerdos. Aunque ya han
pasado 2 años mi memoria sigue funcionando perfectamente. Use mi pulgar para
limpiar la placa de identificación mientras con mi otra mano la sostenía.
03 de abril, Año:
5616
1400 horas
Arkala, Planeta Solaris III
Colonias centrales
humanas.
El planeta Solaris
III era un planeta en desarrollo, específicamente la ciudad de Arkala era una
ciudad prospera había parques, escuelas y centros comerciales, de momento todo
parecía ser una utopía. En una mesa de un restaurante se encuentra Otto en compañía
del sargento Sanderson.
- ¿Y bien? ¿Qué
hacemos en Solaris? No hay nada en este planeta que sirva para tu proyecto de
ciencias- Le reclamo a Otto mirándolo con fastidio
-En eso te
equivocas amigo mío- Dijo mientras miraba unos niños jugando en un pequeño
parque de juegos que estaba a la vista de Otto.
Los niños jugaban
enérgicamente en un castillo con toboganes, ahí había un niño que acaparaba
todo el castillo pues dicho niño no dejaba subir a ningún otro a menos que
alguien lo tirara de dicho castillo. A una orilla del castillo estaba un niño
con una libreta y una niña hablando entusiasmada con él, ambos niños estaban
sucios y con algunos rapones en las manos y rodillas. La niña tenía ojos
azules, piel clara, el cabello de color café con un poco de color rojizo que
solo a contra luz se podía apreciar, peinada con una sola coleta, vestía un peto de mezclilla con los pantalones de
dicho peto dobladas hasta las rodillas y unos zapatos deportivos completamente
rojos, por otra parte el niño tenía ojos marrones oscuro, piel morena clara, cabello
negro un poco desarreglado, llevaba una playera
roja con un short de color negro y zapatos deportivos negros con líneas blancas.
-Creo que no estoy
entendiendo nada, ¿Solo quieres ver niños jugar? Definitivamente estas enfermo
Otto-
Otto lo miro con
cierto desprecio para responderle:
-Por supuesto que
no, los niños que están a la orilla serán los elegidos para mi proyecto el niño
sabe planear pero es débil, la niña es más fuerte que el pero actúa sin pensar,
con un poco de ayuda serán buenas armas y no solo eso ambos tienen una
excelente vista y sentidos potenciados a comparación de los demás infantes y te
lo demostrare- Dijo dando un sorbo a la copa de vino que previamente había
ordenado entregándole un transmisor de audio y acercándose a los niños sacando
una moneda de la bolsa derecha de su bata de laboratorio.
Otto portaba dicha
bata blanca sin embargo llevaba una vestimenta formal; zapatos negros y
pantalón azul marino junto con una camisa azul celeste y una corbata roja, no
era raro ver adultos vestidos así pues al ser una ciudad en crecimiento la
oferta laboral para el desarrollo tecnológico estaba a la vuelta de la esquina.
Yo estaba sentado
a un lado del castillo con toboganes mientras escribía en mi libreta algunos
planes para quitar ese niño que acaparaba el juego, era frustrante que un tonto
no pudiera ser vencido, todo esto mientras mi mejor amiga me contaba planes sin
sentido para quitarlo de la cima, no eran más que planes destinados al fracaso,
lo intentamos tres veces o quizá más sin éxito, lo único que obtuvimos fueron
unas cuantas cucharadas de tierra y rasguños.
- ¡Ya se! Lo que
tenemos que hacer es sorprenderlo por la espalda, con tantos niños no sabrá que
estaremos detrás de él y ¡BAM! Lo tiramos y que coma tierra- Dijo con un tono
entusiasmado la niña que a pesar de sus heridas y suciedad en su ropa y cara se
mostraba optimista y motivada en quitar del trono a ese niño.
-Eso no funcionará,
necesitamos un mejor plan, ya lo hemos intentado y mira cómo estamos, dame un
poco más de tiempo ya casi termino el plan que le pondrá fin a su reinado del
terror, solo no hagas tanto ruido- Miro un poco molesto a la niña para después
cambiar su mirada a una más gentil y determinada.
Estaba ajustando
los últimos detalles cuando un señor vestido como un científico se acercó a
nosotros mostrándonos una moneda muy brillante.
-Hola niños, los miré
desocupados mientras pasaba por aquí y creí que dos especímenes tan buenos como
ustedes podrían ayudarme-
Al principio solo
nos quedamos callados Avery y yo pues era un descocido y papa me advirtió de
este tipo de gente, era mejor regresar con ellos así que di un paso atrás hasta
que mi mejor amiga con la que estaba planeando una estrategia rompió el
silencio;
- ¡Aléjate de
nosotros! O yo misma te hare retroceder hombre extraño, mi madre me advirtió de
gente como tú-
Ni siquiera yo me
creía tal amenaza, realmente… que podría hacer un niño contra un adulto,
claramente era más fuerte y si quisiera podría herirnos a ambos, el hombre soltó
una pequeña risa.
-Jeje…Lo siento de
verdad, no quería asustarlos, yo soy el Dr. Otto y estoy trabajando en algo y
vi que estaban libres por lo que decidí acercarme para ver si podían ayudarme
con un experimento que estoy poniendo a prueba-
Al escuchar que
podía ser parte de un pequeño experimento puse todo mi interés en aquel hombre
rubio y dejé mi libreta en el suelo acercándome:
- ¿De verdad
podremos ser parte de un experimento? Yo quiero que mi nombre este en su lista
de sujetos de prueba, mi nombre es David Rodríguez
y mi familia tiene origen de la tierra, México
para ser exactos, y ella es Avery, mi mejor amiga, nació en Alemania ¿Lo sabias? Me
encantaría visitar su ciudad de origen o alguna de sus planetas conquistados-
Le dije entusiasmado
a aquel hombre mientras emocionado tomaba el hombro de Avery, que al parecer no
estaba contenta con la información que había revelado hasta que entre en
conciencia, me deje llevar por la emoción y dije de más así que deje de hablar repentinamente.
-Tranquilos no les
hare daño, miren el experimento es simple; yo lanzare esta moneda diez veces en
el aire y si logran adivinar qué lado de la moneda caerá les daré una moneda
como estas a cada uno ¿Aceptan? - Dijo Otto mientras les mostraba las dos caras
de la moneda
Yo rápidamente accedí
asintiendo con el cabeza sumamente entusiasmado, Avery por otro lado miraba
desconfiada a Otto, pero al ver que yo estaba tan emocionado accedió. El
experimento era sumamente fácil, Avery y yo no tuvimos problemas al saber que
cara de la moneda caería incluso antes de que el Sr. Otto la atrapara, esto lo sorprendió
pues ninguno de los dos nos equivocamos ni una vez.
-Son increíbles
ustedes dos, sin duda son muy buenos, bueno lo prometido es deuda…- Nos dijo el
Sr. Otto sacando otra moneda de su bolsillo entregándonos una a cada uno.
Honestamente la moneda no valía nada pues hace ya varios siglos no se utilizaban,
pero era un objeto que pocos por no decir nadie de nuestros amigos tenían y
solo por adivinar qué lado de la moneda caería, estaba a punto de preguntarle
otras cosas sobre su experimento al doctor cunado escuche a mi mama gritar a lo
lejos, pues ya estaba oscureciendo y debíamos ir a casa, los papas de Avery
también la estaban llamando, pude verlos en el horizonte.
-Bueno niños yo me
retiro fue un gusto que me ayudaran a mis experimentos, si van a estar por aquí
me encantaría hacer más juegos- dijo mientras se marchaba a ese restaurante tan
elegante que tenía vista hacia el parque de juegos donde estábamos.
- ¡Claro Dr. Otto
vendremos más seguido para ayudarle! - le grite entusiasmado mientras se
alejaba solo despidiéndose, levantando la mano mientras nos daba la espalda.
- ¿De verdad confías
en el David? - Pregunto Avery mirándome con una mirada molesta y confundida.
- ¿Tú no? ¿Porque
una persona como el señor Otto nos haría daño? Es un científico, nuestro deber
es ayudar si podemos ¿No lo crees Avery? - Le dije emocionado de ser parte de
algo más grande y que quien sabe… podría ayudar a todos, no entendía cómo
podríamos ayudar, pero si podía ayudar a un hombre de ciencia lo haría, sin embargo,
notaba cierta preocupación en Avery, pero en fin es una niña ¿Quién entiende a
las niñas? Son muy raras. Le di un golpe amistoso en su hombro.
-Tranquila, solo es
un científico haciendo su trabajo, todo estará bien- Le dije sonriendo un poco
intentando que se olvidara de esa situación y pareció funcionar pues guardo su
menda y me devolvió el golpe riéndose un poco.
-Eres un tonto
David, ya; nos veremos después me gusto jugar contigo hoy- Me dijo con un tono más
tranquilo mientras yo volvía por mis cosas que había dejado en aquella banca.
-Bueno nos veremos
en la escuela mañana ¿No? - Le sonreía un poco pues a mí también me había
gustado jugar con ella, aunque no pudimos jugar en el castillo de toboganes fue
divertido hacer planes y sin duda conocer al Dr. Otto fue lo que más me gusto.
Avery corrió con
sus padres y se fueron por otro lado mi mama se tomó el tiempo de llegar y puso
su mano en mi hombro.
- ¿Cómo estuvo tu día
pollito? ¿Te divertiste con Avery? - Esa última pregunta la dijo en un tono un
poco burlón, es difícil explicar, es ese tono de voz característico de las madres
cuando quieren saber cosas, y me llamo pollito, no me mole4staba opero era un
poco vergonzoso que me lo dijera en un parque de juegos.
Avergonzado le respondí:
-S-si me divertí
mucho hoy ¿Cómo le fue a mi papa? - Intente cambiar el tema para no responder
directamente lo que paso con el Dr. Otto y no preguntará más cosas con Avery,
me avergonzaba un poco contarle cosas a mi mama. Mi mama respondió a mi
pregunta dando detalles, parece que se olvidó de la pregunta relaciona con
Avery que hizo anteriormente.
Al caer la noche
me recosté en mi cama después de haber cenado y terminado mis deberes, sentí
algo duro en mi bolsillo derecho, era la moneda que me gane, la mire con
detenimiento y no pude aguantar la emoción de saber qué tipo de retos nos
pondría el señor Otto, me fue difícil conciliar el sueño, pero después de casi
dos horas me quede dormido sosteniendo firmemente la moneda.
Al día siguiente
todo paso como siempre, me prepare para la escuela y hablar con Avery sobre el día
anterior, creo que hable de más y debía disculparme. Después de las clases en
la hora del receso mire a Avery comiendo tranquilamente en la cafetería con el mismo
peinado de coleta de la última vez, tome asiento junto a ella como si no
hubiera pasado nada, aunque ella solo me miro de reojo y siguió comiendo,
honestamente me incomodaba que no me dijera nada así que fui yo el primero que
hablo:
-Oye… Avery lo siento
por decir de mas ayer es solo que me emocionan las investigaciones científicas
y…- Avery me dedico una mirada enojada mientras aún tenía el bocado del
emparedado que comía, sabía que era una señal de que dejara de hablar, aunque
era una niña me intimidaba.
-Ni lo menciones,
solo no lo hagas otra vez, ¿Eres tonto? ¿Cómo se te ocurre decirle esas cosas a
un desconocido? Pero ya no importa solamente fue una vez, que no vuelva a pasar
¿Sí? -
Reconozco que hice
mal así que solo asentí y comí mi refrigerio con ella. Las clases terminaron
como siempre, todo era la misma rutina; Despertar, desayunar, ir a la escuela,
salir de clases, volver a casa, hacer mis deberes, cenar y repetir al día
siguiente, pero ese día era diferente, tenía que serlo así que aproveche para romper
un poco la rutina y le pedí a mi madre permiso para ir al mismo parque de
juegos donde vi al Sr. Otto, debía acceder ya que al ser una zona relativamente
segura no habría problema en ir, era perfectamente capaz de llegar a pesar de
mi corta edad sabia guiarme muy bien, había recorrido el mismo camino muchas
veces. Mi mama accedió a dejarme ir y me pidió regresara pronto, probablemente
mi mama no era consciente de lo que estaba haciendo; digo ¿Dejar a su niño de 6
años andar solo por la calle? Era eso o que confiaba que podía andar por ahí
sin que me pasara nada. Salí de mi casa y aunque me tomo un poco de tiempo logré
llegar a aquel parque, pero no lo vi por ningún lado así que solo miraba el
parque y las plantas todo era muy tranquilo, al cabo de unos minutos el Sr.
Otto llego por mi espalda poniendo su mano en mi hombro derecho
-Hola amiguito, ¿Volviste
para más? -
Yo asentí
mirándolo un poco asustado, ni siquiera lo escuche caminar hacia mí, pero no le
tome mucha importancia pues creo que traía más pruebas para mí, después de
haber pensado un poco me decidí por seguir jugando con el Sr. Otto. Recuerdo
que saco varias hojas de papel que traía en un pequeño maletín, le verdad tenía
mucho tiempo que no veía esas cosas tan arcaicas más que en Holo libros de la
biblioteca sin embargo no hicimos mucho ese día, aviones de papel algunos
juegos como la moneda del día anterior y si acaso una partida de un juego
llamado ajedrez, el Sr. Otto me explico las reglas y parecía divertido, él tenía
la clara ventaja, pero poco a poco tomaba práctica. El tiempo se fue volando y
cuando menos lo note estaba oscureciendo así que interrumpí la última partida
de ajedrez
-Disculpe Sr. Otto,
pero me tengo que ir ¿Podemos seguir otro día? Ya es tarde- Le dije un poco
apenado pues después de haber jugado tanto le estaba agarrando el gusto a ese
juego
-Claro, no te preocupes
si quieres puedo llevarte a tu casa solo dime dónde vives y te llevare con
gusto- Me dijo sonriendo amablemente, estaba por decirle mi dirección pero recordé lo que me dijo Avery en mi
colegio así que solo le dije que preferiría volver solo porque tenía que pasar
a otro lugar, el no insistió más solo me
acompaño a la estación del tren flotante como yo lo llamaba, después de tomar
el tren y asegurarme que no me siguiera o al menos intentar asegurarme llegue a
mi casa tarde, honestamente esperaba un regalo de mi mama pero no fue el caso
solo me recibió con un “¿Ya volviste pollito? Ven, siéntate a cenar” la verdad
fue muy raro porque no era lo que esperaría de mi mama, quizá solo quería
dejarme un poco de libertad a pesar de mi corta edad era eso o que después de
casi no tener amigos hasta este punto el que al fin tuviera una única amiga hacía
que se olvidara de ello, solo obedecí y me senté a comer y mientras comí me
puse a pensar si valió la pena lo de hoy, rompí la rutina pero no pasó nada
realmente desafiante más allá del ajedrez igual iría al siguiente día para ver qué
pasaba sino solamente le diría al Sr. Otto que no podía ir más porque mis
padres me lo prohibieron, algo así serviría. Terminé de comer y subí a mi
habitación a prepararme para el siguiente día igual al resto lo único que me divertía
era ver a Avery y hablar de cosas sin sentido o simplemente comer junto a ella
a veces solíamos jugar con un balón que pedíamos prestado. Como sea tenía que
prepararme para el día siguiente y justo cuando me estaba poniendo mi pijama de
mi pantalón cayo una pequeña hoja de papel doblada, pero ¿Cómo? Y ¿Cuándo?
Igualmente me mataba la intriga de saber que había en el papel así que lo tome
y desdoble la hoja tenía un mensaje que decía así:
“Me divertí hoy
mañana te prometo que será más divertido”
¿Quién la escribía?
Pues el Sr. Otto, ¿Debería ir? Ya lo pensaría mañana por alguna razón estaba
cansado mentalmente, quizá por el ajedrez o yo que se a diferencia de otras
veces no me costó conciliar el sueño y me quede dormido rápidamente.
Después de ese día
no pasó nada importante, todo volvió a lo mismo: levantarme, desayunar, ir a la
escuela y al salir ir con el Sr. Otto y volver a casa. Hasta que después de
casi una semana a mitad de la madrugada un ruido me despertó, mire el reloj que
estaba a un lado de mi cama, eran las 2:05 de la mañana, no tenía idea de que
estaba pasando por lo que mire por la ventana cautelosamente, por lo visto un
gato estaba atrapado en la valla del patio de la casa, con mucho cuidado de no
despertar a mis padres, salí al patio y si, era un gato atrapado pero solo podía
ver su cabeza así que rodee la valla de la casa hasta donde estaba el gato pero
al llegar ahí ya no estaba de pronto escuche unos pasos en el césped a mi
espalda y sin previo aviso una bolsa de tela cubrió mi cara y una mano grande
me cubrió la boca. Estaba muy asustado por lo que comencé a agitarme y dar
manotazos cualquier cosa que pudiera liberarme y volver a mi casa sin embargo
aunque no podía ver a quien me sostenía por el tamaño de sus manos diría que
era un adulto con un trabajo muy duro
pues sus manos se sentían duras y firmes, después de unos momentos mis manos fueron
esposada y pude escuchar un motor arrancar posteriormente unas puertas se
abrieron y al poco momento sentí como fui arrojado dentro y durante la caída
arrastre por el suelo de la camioneta y la bolsa salió de mi cara y pude ver
dentro a un niño idéntico a mí, pero ¿Pero cómo podía ser? Yo estaba en el
suelo ¿Cómo también podía estar libre dentro de esa camioneta? El silencio del
momento de silencio fue interrumpido por una voz gruesa e imponente:
-Hey, ¡Tu! Baja
ahora- Mire hacia el origen del ruido mientras el niño que estaba libre se puso
de pie y obedeció las ordenes de aquel hombre y bajo de la camioneta mientras
otro tipo lo guio hacia mi casa, pero ¿Por qué? Era mi casa yo debería estar
ahí. Uno de los hombres se percató que estaba mirando todo y volvieron a
colocarme la bolsa en la cabeza mientras me ponían una venda en los ojos y
tapaban mis oídos. Nada tenía sentido mi familia no era acomodada mis padres
eran profesores y mi hermano menor solo tenía un año, de ser un secuestro no
podrían sacar nada dinero, sentía un gran sentimiento de impotencia y miedo, yo
no quería esto no quería dejar a mis padres y me gustaba ver a mi hermanito
poco a poco comencé a sollozar y progresivamente a llorar, el tiempo paso volando
y a mí no me quedaba más que obedecer lo que me dijeran. Al cabo de unos
minutos llegamos a una zona que desconocía en el cual me quitaron todas mis ataduras
y bolsa de la cabeza y estaba en una gran habitación casi tan grande como un teatro,
con muchos más niños y adultos en las salidas, pero tenían armas ¿Por qué las tendrían?
Somos niños. Por los murmureos y lloriqueos de los niños diría que sufrieron el
mismo destino que yo.
Un hombre entro en
la habitación y al mismo tiempo los adultos de las entradas hicieron que los
niños llorando y hablando guardaran silencio. Toda la sala queda en una
oscuridad moderada y una luz más intensa se posó encima de aquel hombre. Este
hombre vestía un traje blanco, debajo tenía una camisa morada y corbata negra
igual que un pantalón blanco y zapatos de un tono café.
-No se preocupen niños,
han sido seleccionados para formar parte de algo más grande, a partir de ahora
su vida como civil termino, poseen cualidades únicas y no aprovecharlas sería
una pena por lo que de ahora en adelante serán entrenados para ser la mejor versión
de ustedes que pueden llegar a ser, que ni siquiera se les pase por la mente
escapar, pues ahora sus identidades serán olvidadas. Descansen y coman bien
pues mañana a primera hora serán entrenados, Buena suerte-
Después de este
discurso aquel señor se retiró y nos hicieron salir no sin antes entregarnos
unas placas de metal, pero eran muy raras, de ser de identificación, mi nombre
no estaba mi nombre solo estaba escrito el número “D-1340” seguido de mi tipo
de sangre: “O+”. Nos hicieron caminar a un gran comedor donde estaban tantos
niños que podría decirse que era una escuela, contrario a lo que pensaba la
comida se veía bien y fui atendido rápidamente, cuando estaba caminando por los
pasillos del comedor solo podía pensar en Avery, mi amiga estaba a salvo, pero
me pregunto si notaria que el niño con el que jugaría era yo o notaria alguna
diferencia.
Sutilmente escuche
unos sollozos muy familiares provenientes de una mesa donde solo estaba una
sola niña, me acerque por su espalda cautelosamente rogando que no fuera ella y
temeroso dije: - ¿Avery? ¿Eres tú? -
Rogaba con todas
mis fuerzas que no fuera ella, pero al mencionar su nombre ella volteo a verme
con lágrimas en los ojos, sentí una gran alegría al verla, pero también una
gran tristeza porque también le pasó lo que, a mí, rápidamente me senté frente
a ella colocando mi charola de comida en la mesa
Avery estaba
llorando, honestamente nunca había visto llorar a Avery en todo el tiempo que
nos conocimos, su comida estaba intacta, yo no quería tocar mi comida sin que
ella comiera conmigo, tímidamente pregunte:
- ¿No vas a comer
Avery?
Intentaba calmarla
o no sé qué quería hacer realmente, ella solo me miro enojada aun con lágrimas en
su rostro
- ¡¿Te parece que
tengo hambre tonta?!-
Me respondió
ciertamente molesta, incluso yo lo hubiera hecho lo mismo en ese momento tenía más
miedo de que algún militar se acercara y nos reprendiera, honestamente estaba
hambriento y la comida que nos sirvieron era muy apetitosa, parecería incluso
que solo nos engordaban para dar de comer a algo. Viéndola bien era una comida
equilibrada para un niño, aunque solo era un preludio para un día lleno de
actividad física, no era muy bueno con el ejercicio.
-L-Lo siento…solo
quiero que comas un poco, si no dan de comer esto mañana haremos ejercicio,
solo come un poco ¿Sí? - Le dije con una voz un tanto suave.
Ella asintió con
la cabeza aun sollozando, me sentí tranquilo después de verla comer, pero con
cierta tristeza, ella no debería estar aquí, no en mal sentido, sino que sería mejor
que ella siguiera su vida normal.
Después de unos
minutos el personal encargado nos dio instrucciones de salir del comedor no sin
antes asegurarnos de recoger nuestros cubiertos, después nos formamos fuera del
comedor en dos filas: niños. A las niñas las llevaron a la izquierda y a los
demás a la derecha, antes de irnos cruce miradas con Avery y notaba la tristeza
en su mirada al separarnos, desvié la mirada al perderla de vista y aun así la
fila de niñas era aún más grande que la nuestra.
Caminamos por un
par de minutos hasta que llegamos a otra parte del edificio lo que serían los
dormitorios. Nos dieron instrucciones del orden de los “cadetes” y que debíamos
hacer al despertar, después de haber asignado a todos los niños yo estaba al
final hasta que por fin me recosté cuando me lo indicaron y apagaron las luces
al salir, honestamente estaba preocupado apenas había tomado conciencia de que
estaba pasando, no vería de nuevo a mi familia, ni a mis amigos lo único bueno
es que podría ver a Avery más tiempo o eso esperaba. Poco a poco me quede
dormido Cuando una voz emitida por las bocinas de la sala donde estaba me saco
de mis recuerdos.
-atención unidades
Valkyria, todas ingresen a sus capsulas de criogenización de manera inmediata-
Después de que
terminara el mensaje todas las unidades se movieron a una sala diferente obedeciendo
las órdenes que se nos habían dado, una última unidad con el número R-145 escrito
con color negro en la parte izquierda de su pecho se detuvo de frente mío.
- ¿No vienes D-1340?
-
Levante la mirada
y asentí devolviendo la placa que sostenía en las manos devuelta a el bolsillo
de la armadura para después seguirla hacia la zona que nos indicaron, mientras
me dirigía a la zona me puse a investigar que estaba pasando, accedí de manera
remota al plan de misión que teníamos programado y por lo visto nos habían
asignado a liberar a un planeta de la basura rebelde que lo controlaba, por lo
que estaba registrado en el informe, ninguna facción estaba interesada en dicho
contrato pero el Dr. Otto lo tomo y nos había asignado tal tarea, honestamente
no era nada que representara un reto. Por fin llegamos a las capsulas
criogénicos, R-145 entro a su capsula y cerro por dentro. Antes de entrar mire
toda la sala, estaba llena, pero a la vez vacía. Estaban todas las unidades, pero
no había nada, solo las capsulas que en esencia congela al usuario induciendo
un suelño9 artificial, comúnmente se utiliza cuando un viaje incluso con
tecnología de deslizamiento espacial tarda demasiado. De cualquier manera,
entre y cerré mi capsula adentrándome en el sueño criogénico.
04 de marzo, Año:
5628
0500 horas
Hyperion, nave
insignia del Shicksaal
Colonias centrales
humanas.
A primera hora del
día siguiente las luces de la sala se encendieron dejando salir a todas las
Valkyrias y un pequeño grupo de científicos les ordenaban dirigirse a la zona
de pruebas donde nos conectaban unos cables gruesos en la parte trasera del
casco, entre muchas cosas calibraban los sensores ópticos y generadores de la
armadura, al cabo de unos minutos nos formamos conforme al rango que nos distinguía
y más tarde el Dr. Otto se presentó frente a nosotros en la parte superior de
la sala.
- ¡Atención! - Un
mayor del ejército nos ordenó, nosotros por instinto nos colocamos en posición
de firmes mirando en dirección al Dr. Otto
- Valkyrias, su primera
misión será despejar de los grupos rebeldes este planeta, Eridanus II. Las
autoridades correspondientes son incapaces de frenarlos y por lo visto las
demás facciones no quieren ayudarlos, pero yo le ayudare a esa gente enviando a
mi más grande creación, ustedes-
Mientras el Dr.
Otto daba su discurso un holograma lo suficientemente grande del planeta se mostraba
ante nosotros señalando los puntos de entrada y objetivos principales de la
misión, no era nada que no sabía con anterioridad, un momento después de
escuchar el plan el Dr. Nos dios la orden de entrar a la armería a equiparnos, honestamente
era equipo demasiado convencional para el tipo de unidad que éramos.
Llevamos un arma
cuerpo a cuerpo, bien podría ser una espada, una lanza, guadaña o un arma que
no sea de fuego, algunas Valkyrias llevaban arcos. Como arma principal llevamos
un rifle de asalto ya sea de ráfagas o de fuego automático, esto acompañado con
un cargador de 60 rondas y otros 3 cargadores en reserva, algunas Valkyrias los
colocaba a la altura de la cintura o en un lateral de su pierna, por último,
una pistola de mano con 2 cargadores extra. Comúnmente el arma cuerpo a cuerpo
sola ir en un mecanismo que se nos acoplo en la espalda previamente en la
calibración del equipo el cual nos facilitaba el acceso a el arma que solicitábamos.
Debido a que cada Valkyria tenía un arma diferente el mecanismo era diferente.
En mi caso era un mecanismo simple ya que al portar una espada había una
abertura para colocarla ahí, seguido a la funda había una garra pequeña que sostenía
el arma de fuego, una vez colocando el arma en su lugar el propio mecanismo
rotaba el arma en una posición en la que no obstruyera algún movimiento que pudiéramos
hacer.
Después de haber sido
equipados abordamos la nave que nos llevaría a Eridanus II y poco después de
que los pilotos verificaran el estado de la nave nos dirigimos al planeta. En
el camino todo estaba muy callado, justo como se esperaría de nosotros:
centrados en completar la misión, de reojo pude ver a nuestro capitán H-415.
Esa unidad era más alta que nosotros, y junto a ella estaban otras dos unidades
del mismo tamaño con los números de serie C-929 y W-022.
C-929 era de color
blanco con detalles color marrón claro, su casco incluso era diferente al
nuestro, el cristal formaba una especie de V, incluso el cristal era de color
amarillo y como arma cuerpo a cuerpo portaba diez Chakrams, estas armas eran
poco comunes ya que en esencia eran una especie de circunferencias de metal que
se podían arrojar contra el enemigo, estaban situados en ambos lados de su
cadera listos para ser lanzados. W-022 portaba una lanza con punta de tipo corcesca,
su armadura al igual de que la de C-929 tenía un cristal de color amarillo
aunque más delgada de color blanco con detalles verdes en el casco y el pecho, por ultimo H-415 que probablemente
era la que más destacaba por llevar una armadura de color principalmente roja
con algunos detalles negros y en este caso el cristal del casco era de color
verde esmeralda claro pero este cristal en vez de tener forma de V era más
similar a unas cuencas oculares. H-415 portaba una espada pesada en su espalda,
aunque esta era diferente a las demás armas ya que era de color roja y en la
parte de la empuñadora, más cerca de la cruceta había una especia de cristal
amarillo, por su aspecto dicha arma parecía pesar demasiado incluso para una
unidad como ella. Desvié la mirada y
frente a mi estaba R-145 portando una guadaña me miraba fijamente sabiendo que
estaba analizando el armamento de mis compañeros y aunque no dijo nada sabía
que lo hacía.
Poco después entramos
a la zona destinada y debido a que un animal volador impacto la nave revelando
nuestra posición por lo que una intensa cantidad de armas antiaéreas abrieron
fuego contra nosotros por lo que se nos dio la orden de saltar, uno a uno
saltamos de la nave y en el aire nos separamos siguiendo a nuestros compañeros
y capitanes en el aire, poco después la nave que nos llevó hasta Eridanus II sucumbió
ante al fuerte ataque. Todo era muy fácil estando en caída libre, en nuestros
cascos podíamos ver a los compañeros que teníamos cerca, nuestra integridad del
escudo, la altitud a la que caíamos y demás información que nos era de
utilidad.
Después de unos
segundos de caída libre finalmente situamos nuestros pies en dirección al suelo
accionando los estabilizadores de vuelo haciendo que detuvieran la caída aterrizando
en medio de una especie de plaza, preparamos nuestras armas y nos quedamos
totalmente quietos, después de todo el Dr. Otto nos dio la orden especifica de esperar
a que el enemigo atacara primero, por surte un novato fue el primero en abrir
fuego contra nosotros, estaba impaciente de luchar y demostrar la fuerza del
Shicksaal. Cuando el novato abrió fuego contra mis compañeros me percate de la presencia
de una torreta en la parte superior del enorme muro que estaba a nuestras
espaldas por lo que utilice el gancho que llevamos en la mano izquierda para
atrapar al artillero por el pecho.
Al cabo de unos
segundo el gancho lo atrapo tirando del cable atrayéndolo a mí y accionando un sistema
retráctil de dicha herramienta haciendo que el rebelde fuera jalado en mi dirección,
con una precisión y fuerza adecuados golpee el cráneo del joven soldado y a pesar
de tener un casco completo puesto, su cabeza estallo por el impacto manchando
mi armadura y un poco del cristal de mi
casco, el gancho volvió a mi muñeca cuando finalmente me disponía a tomar mi
arma de fuego de mi espada una mujer de mediana edad me golpeo por la espalda
con una barra metálica, este golpe por supuesto no me hizo daño pero era
molesto por lo que centre mi atención en ella estando frente a ella cara a cara,
sin dudarlo era una rebelde por lo que
la patee en el pecho con tanta fuerza que quedo incrustada en la pared de una pequeña
viviendo ubicada aproximadamente a cien metros del lugar donde la golpee, hice
una ampliación de la imagen y por lo visto aún estaba con vida por lo que me
acerque a ella para rematarla, era un error que alguien así siguiera con vida.
Aquella mujer rebelde
parloteaba cosas sin sentido, probablemente era debido a el golpe y la rapidez
en como ocurrió todo, como acto de compasión golpee su cráneo contra la pared
acabado con su sufrimiento, sin prestar más atención voltee a mis espaldas
tomando mi rifle de asalto y abriendo fuego contra los rebeldes que incapaces
de luchar huían, cada bala que disparaba daba en el blanco, uno a uno fueron cayendo
hasta que el cargador se quedó sin balas
y debía recargar pero había más huyendo por lo que tome varios trozos de metal esparcidos
en el suelo y los arroje con tanta fuerza que a algunos los atravesaba y algunos
otros los empujaba llegando a incrustarse
en paredes.
Al cabo de unos
minutos me quede sin municiones y poco a poco el sonido de las detonaciones fue
cesando en señal de que los objetivos habían sido aniquilados sin nada más que
hacer me movilice hacia la zona donde aterrizamos, Al llegar note que mi grupo miraba
una edificación pequeña pero alargada con las puertas cerradas sin hacer un
solo movimiento por lo que utilice el escaneo de mi caso notando que había
alrededor de cincuenta individuos dentro claramente eran rebeldes, conforme en
Dr. Otto ordeno tenían que ser erradicados.
Sin otra arma que
pudiera acabar con ellos mire un automóvil que tenía una torreta montada en la
parte trasera, me acerque y sin mucho esfuerzo desprendí dicha torreta del vehículo
empuñándola arrastrando el cable eléctrico y el cinturón de balas que aún le
quedaba, camine hacia la puerta de la edificación y sostuve con una mano la
torreta y con la otra abrí ambas puertas para después volví a sostener la torreta
con ambas manos presionando levemente el gatillo haciendo que la torreta
comenzara a girar, los rebeldes gritaron aterrorizados pero sus alaridos fueron
silenciados en pocos segundos pues presione por completo el gatillo disparando
contra las alimañas, pasaron apenas diez segundos cuando me quede sin munición
en la torreta, no fue un problema pues me asegure que todos murieran pasando
varias veces de izquierda a derecha el disparo continuo. Dejé caer la torreta y
me reuní con el capitán de mi grupo, H-415 me miro y nos ordenó salir de la
fortaleza dirigiéndonos a la salida norte donde nos reuniríamos con el resto de
las unidades.
Justo saliendo de
la fortaleza el resto ya nos esperaban formados en filas, H-415, C-929 y W-022
compartieron información y al cabo de unos minutos avanzamos en dirección a un
valle con una colina lo suficientemente alta para entablar comunicaciones solicitando
suministros, dicho valle se veía perfectamente desde la torre vigía, estaba a aproximadamente
a veinte kilómetros de la fortaleza.
Podíamos llegar muy
rápido si todos corríamos, pero eso podría revelar nuestra ubicación por lo que
nos volvimos a separar en tres grupos y nos reuniríamos en el valle tomando rutas
alternativas así al mismo tiempo de avanzar a nuestro destino podríamos hacer
un reconocimiento de la zona y en caso de sufrir una emboscada en el valle identificar
las zonas ideales para esperar al enemigo.
El grupo de C-929
avanzo por el Oeste, en esa dirección había varios lagos y zonas boscosas y sería
una buena idea reconocer esa zona en especial ya que podría haber pequeños
asentamientos rebeldes que podrían revelar nuestra ubicación a los demás
grupos.
W-022 avanzaría de
frente quizá la zona más expuesta pero la más directa, la ubicación de la
fortaleza era entre zonas montañosas por lo que movernos en algún vehículo rebelde
sería casi imposible no habría los suficientes para movilizarnos todos al mismo
tiempo.
Por último, mi
grupo a cargo de H-415 avanzaría por el Este rodeando una pronunciada montaña y
quizá la ruta más larga ya que era casi como una pared montañosa.
Una vez las rutas estaban
planeadas todos se movilizaron marchando en filas ordenadas por pelotones,
justo hasta atrás estábamos nosotros, Unidades Valkyrias cuyos números de serie
estaban escritos con tinta negra en nuestro pecho.